viernes, 15 de mayo de 2009

VIAJES PARAELLAS








Viajes paraellas, es un concepto muy personal de viajar a través de la historia de Andalucia por medio de las rutas del Legado Andalusí. Tienes también la posiblidad de realizar el viaje en coche, caballo, andando e incluso en bicibleta. Organizamos al año una agenda de las rutas para que las interesadas se inscriban en la ruta elegida.



LAS RUTAS DEL LEGADO ANDALUSI


De forma paralela a los Itinerarios Culturales, El Legado Andalusí se propone fortalecer la oferta de turismo de interior que aúna una demanda impulsada por las amplias potencialidades andaluzas basadas en recursos históricos, culturales y paisajísticos mediante el fomento de las Rutas de al-Andalus. La creación de esta red de Rutas pretende dar a conocer poblaciones y otros lugares de interés que, por diversas razones, (existencia de monumentos, situación, referencias históricas, literarias o legendarias), están ligados a la civilización andalusí. De este modo, las Rutas permiten acceder a diferentes lugares ya sea siguiendo las actuales vías de comunicación, recuperando tradicionales caminos o volviendo a andar por donde lo hicieron antiguos viajeros.

El Legado Andalusí se plantea como meta primordial convertir estas rutas en motores de desarrollo de las zonas que figuran en los trazados a través de la puesta en marcha de una infraestructura en el sector servicios referida a hostelería, ocio o transporte lo que también conlleva la creación de prestos de trabajo. Todas las sendas finalizan en Granada y están basadas en caminos históricos reales que agrupan un total de 200 localidades del sur de España.

Además, ofrecen al viajero la posibilidad de disfrutar de paisajes tranquilos y dejarse llevar por la imaginación haciendo presente el pasado y constituyen una invitación a disfrutar de la artesanía, la gastronomía, las fiestas populares y costumbres de las ciudades y pueblos por donde discurren.

Conoce nuestras rutas:

La Ruta del Califato
Ruta de los Nazaríes
Ruta Washington Irving
Ruta de los Almorávides

LA RUTA DEL CALIFATO
De Córdoba a Granada.



Esta Ruta es toda una aventura del espíritu: de Córdoba a Granada, dos vuelcos de la historia, dos momentos irrepetibles, dos siglos de oro. Entre ambos polos bascula el fabuloso legado cultural, religioso, político y social que supuso la estancia de los musulmanes en la Península. Córdoba, el apogeo, el brillo cegador que hizo palidecer a las demás ciudades de Occidente. Granada, el refinado manierismo terminal de toda una civilización puesta en jaque.

Y entre medias, los castillos, las ciudades que primero fueron postas o jalones de un intercambio más o menos accidentado, y después campamento y base para asediar Granada. Esta Ruta no es sólo una lección de historia. Es además un disfrute estético,un goce de los sentidos. No sólo de la mirada: también el paladar ilustrado encontrará productos y sabores de antiguos ecos. Esos mismos ecos perdidos parecen palpitar también en muchas fiestas y tradiciones de estos pueblos. Una Ruta, en definitiva,que nos hará, sin duda, un poco más sabios.


Ruta de los Nazaríes
De Navas de Tolosa a Jaén y Granada



Sin el reino de Granada, epílogo resplandeciente de la rica historia del Islam en la Península Ibérica, el panorama de la civilización hispanomusulmana quedaría irremediablemente deformado, incompleto, ininteligible. Esta Ruta se dedica precisamente a los protagonistas de tan importante capítulo, a la dinastía nazarí que acuñó y encabezó el último estado de al-Andalus, cuya trayectoria deparó, además de incontables sucesos de orden político o bélico, realizaciones artísticas y culturales tan grandiosas como la mismísima Alhambra.
Pero el itinerario arranca antes, mucho antes de tocar las excelsas cumbres monumentales de este sultanato postrero que ha sido tomado por ejemplo y recordatorio de la levedad humana, tan sujeto como estuvo a una precaria, aunque fulgurante, existencia. La Ruta se inicia en los puertos de Sierra Morena que comunican Andalucía y Castilla, por donde irrumpió el avance cristiano que, a la postre, resultaría determinante para el nacimiento del reino nazarí. La etapa inicial se sitúa así en las Navas de Tolosa, junto a Despeñaperros, paso crucial de ayer y de hoy entre la meseta manchega y el valle del Guadalquivir, donde se libró la partida decisiva que acarrearía la apertura de Andalucía a las gentes del Norte al derrumbarse el poder almohade que por entonces sostenía la unidad de al-Andalus.
De la situación creada surgiría en Arjona un caudillo, fundador del linaje nazarí, que, tras habilidosas y prolongadas maniobras, logró consolidar un estado propio y establecerse en Granada. El camino de la Ruta sigue las huellas de este proceso que marcó para siempre el paisaje y los pueblos del Santo Reino de Jaén y de las tierras limítrofes de la provincia de Granada, descubriendo a su paso un auténtico paraíso humano y natural. Visita primero las villas fortificadas y ciudades de los escalones de Sierra Morena. Se remansa después en las poblaciones de la campiña occidental de Jaén. Luego toma el rumbo de las lomas orientales del Alto Guadalquivir, por Baeza y Úbeda, para contornear Sierra Mágina y entrar en la capital jiennense. Desde Jaén cubre su último trecho, al hilo de las estratégicas vías de penetración que corren de norte a sur a través de las cadenas serranas y la comarca granadina de los Montes, conectando la cabecera del valle del Guadalquivir y la Vega de Granada donde, al fin, el itinerario se rinde ante su destino.


Ruta de Washington Irving
De Sevilla a Granada



Esta ruta recorre los pasos que en 1829 siguió el escritor romántico y diplomático norteamericano Washington Irving, fascinado por la riqueza y el exotismo de la civilización hispano-musulmana. Una arteria de comunicaciones establecida muchos siglos antes, que, en la Baja Edad Media, sirvió de vía comercial entre el sur peninsular cristiano y el reino nazarí de Granada. Ruta que, como otras, tuvo un marcado carácter fronterizo. De tregua en tregua, salían para Granada desde las campiñas sevillanas productos agrícolas y ganado, que se trocaban por especias, colorantes, paños y sedas. En sus etapas, el itinerario atraviesa tierras cargadas de una extraordinaria riqueza paisajística y monumental, parajes, pueblos y ciudades repletas de evocaciones históricas, legendarias y literarias. El trayecto une las capitales de las dos Andalucías tradicionales, la Baja y la Alta; dos llanuras, la Campiña y la Vega, separadas por un sugerente viaje accidentado. El camino oscila entre Sevilla y Granada, las dos estaciones obligadas del tour romántico que desde los albores del siglo xix proyectó la imagen de Andalucía en Europa, atrayendo una multitud de artistas, escritores, curiosos y todo tipo de viajeros. En las páginas que siguen se invita al paseante a revivir experiencias y a gozar de un clima, de una naturaleza y de unas ciudades excepcionales, en las que, además de su patrimonio artístico, palpita la acogedora hospitalidad y el abierto carácter de las gentes.

La ruta de Washington Irving se ciñe básicamente al trayecto, de unos 250 km., de la autovía A-92 entre Sevilla y Granada por Antequera. Realiza, además, algunas incursiones a los lados de este eje central: al principio, por el norte, se acerca a Carmona, Marchena y Écija; más adelante se desvía en dirección a Montefrío e Íllora, también al norte; por último, visita Alhama de Granada, unos kilómetros al sur de la A-92.


Ruta de los Almorávides y Almohades
De Algeciras a Granada por Cádiz, Jerez, Ronda y Vélez-Málaga



Esta ruta evoca la duradera y profunda relación entre dos continentes separados por un estrecho brazo de mar de apenas 14 km de anchura: el Estrecho de Gibraltar. Su fascinante recorrido gira en torno a la estratégica encrucijada donde África y Europa se miran casi tocándose y compartiedo los cimientos de las míticas Columnas de Hércules. Los antiguos geógrafos y cronistas, con expresiva sencillez, dieron a esta región el nombre de «las Dos Orillas», dada su cercanía y mutua dependencia, unidas por una densa red de vías de comunicación que han multiplicado los lazos y relaciones entre sus pueblos. De este fructífero contacto, lo más esencial perdura con viva actualidad: un fondo cultural y artístico común, un especial arte de vivir… Y qué mejor guía para descubrirlos y disfrutrarlos que dejarse llevar por los caminos que siguieron los almorávides, los saharianos que, allá por los siglos xi y xii, fundieron en un solo imperio el Magreb occidental y las tierras de al-Andalus.

Tras un preludio que lleva desde la cuna de los almorávides, en el Sahara central, a Marraquech y a las ciudades africanas del Estrecho, la ruta inicia su periplo andaluz en Algeciras. A partir de aquí avanza a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar numerosas localidades y las grandes ciudades de Cádiz y Jerez, ambos ramales confluyen en Ronda, para continuar sus etapas hasta su mágico destino final, Granada.